Comentario
Junto a la industria tradicional y al "putting-out system" de la industria textil hay que contar con una tercera forma de organización industrial. Por su especial contextura, actividades que alcanzaron un gran desarrollo como la minería, la siderurgia o la construcción naval exigían concentraciones de capital y mano de obra. Fueron éstos, prácticamente, los únicos sectores en los que avanzó la industria concentrada de tipo capitalista. A mediados del siglo XVI, por ejemplo, los astilleros de Venecia concentraban más de 2.300 trabajadores. Por las mismas fechas, en las minas de alumbre (utilizado corno apresto en la industria textil) de la Tolfa, en las cercanías de Roma, trabajaban más de 700 obreros. Se trata de sectores que se desarrollaron al compás de las exigencias del gran comercio internacional o de la demanda estatal condicionada por la guerra.
Especial atención merece el despertar del sector minero. La minería de la plata en Centroeuropa (Alemania, Bohemia, Tirol) ocupa un cierto lugar en este fenómeno, aunque no logró satisfacer la creciente demanda de la economía monetaria. La fortuna de los Fugger, poderosa familia de banqueros alemanes del XVI, se vio potenciada mediante la explotación de minas de plata. La minería del hierro obtuvo también un gran desarrollo. La producción europea de este metal se estima en 100.000 toneladas en 1525. La fabricación de cañones de bronce estimuló la extracción de cobre en Tirol, Turingia y Hungría. También proliferó la minería del carbón, aunque con técnicas menos avanzadas y menores concentraciones de mano de obra. La minería contempló la aplicación de novedosos avances técnicos que contribuyeron a su perfeccionamiento, tales como los hornos de tiro forzado para la producción de hierro (A. Tenenti).
En España, este tipo de actividades concentradas cobraron especialmente impulso en el País Vasco, lugar de florecimiento de la construcción naval y la fabricación de armas. También en las atarazanas de Barcelona o Sevilla se llevaba a cabo la construcción de barcos. La minería se desarrolló a lo largo del siglo en lugares como Almadén, que proporcionaba mercurio para la amalgama de la plata en América, y Mazarrón, punto productor de alumbre para la industria pañera.